Cuando surge un problema legal, lo primero que muchos piensan es: “Necesito un abogado”. Pero luego llega la gran duda: ¿de qué tipo? Porque no todos los abogados hacen lo mismo, y elegir al profesional adecuado desde el principio puede ahorrarte tiempo, dinero y más de un quebradero de cabeza.
Desde el despacho de Fernando Díaz, Ángel Bernal y Asociados, en Oviedo, te explicamos de forma sencilla cuándo debes acudir a un abogado civil, penal, laboral o de familia, y qué tipo de casos gestiona cada uno.
Abogado civil: el que te ayuda con problemas “entre particulares”
La rama civil del derecho es muy amplia y suele estar presente en la vida cotidiana más de lo que imaginas. Si tienes un conflicto con otra persona o empresa, pero no hay delito de por medio, probablemente lo que necesitas es un abogado civil.
Algunos ejemplos claros:
-
Tienes un contrato que no se ha cumplido (como una compraventa o un arrendamiento).
-
Te deben dinero y no sabes cómo reclamarlo legalmente.
-
Has tenido problemas con un seguro o con una herencia.
-
Tu comunidad de vecinos está en guerra y necesitas asesoría legal.
Este tipo de abogado se mueve mucho con demandas civiles, reclamaciones económicas, daños y perjuicios, desahucios, herencias mal gestionadas… y todo aquello que no implica delitos, pero sí necesita una solución legal y justa.

Abogado penal: cuando hay delitos de por medio
Si lo que tienes entre manos ya implica una posible sanción penal (multas, antecedentes, cárcel…), entonces toca hablar con un abogado penalista.
Este profesional es el que necesitas si:
-
Te han denunciado por un delito (robo, agresión, estafa, etc.).
-
Has sido víctima de un delito y quieres poner una denuncia o participar en un juicio como acusación particular.
-
Te han citado como investigado o como testigo en un procedimiento penal.
Un abogado penal no solo te defiende en juicio, también te asesora desde el minuto uno para que no cometas errores que puedan perjudicarte a largo plazo. En casos así, la rapidez y la experiencia lo son todo.
Abogado laboral: si hay problemas en el trabajo
Los conflictos laborales son muy frecuentes y muchas veces complejos. Despidos, impagos, cambios de condiciones, acoso laboral… En todos estos casos, el abogado laboralista es tu mejor aliado.
¿Y cuándo deberías contactar con uno?
-
Si te han despedido y sospechas que no ha sido legal.
-
Si tu empresa no te paga lo que te corresponde, o te debe salarios.
-
Si estás en baja médica y te presionan para reincorporarte antes de tiempo.
-
Si eres empresa y necesitas asesoramiento para gestionar contratos, despidos o sanciones.
Tanto trabajadores como empleadores necesitan asesoría legal en el ámbito laboral, porque las relaciones de trabajo están llenas de derechos y obligaciones que muchas veces se ignoran hasta que estalla el conflicto.

Abogado de familia: cuando el problema afecta a tus relaciones personales
El derecho de familia entra en juego en esos momentos delicados donde hay relaciones personales y afectivas de por medio, como matrimonios, hijos o herencias familiares. Este tipo de abogado no solo se encarga del papeleo, también te acompaña en procesos emocionales donde se necesita tacto y claridad.
¿Cuándo llamarlo?
-
Si vas a iniciar un divorcio o separación, y necesitas regular temas como la custodia o la vivienda.
-
Si quieres solicitar o modificar una pensión alimenticia o compensatoria.
-
Si necesitas mediar con tu expareja por temas relacionados con los hijos.
-
Si estás pensando en iniciar un proceso de adopción o tutela legal.
Un buen abogado de familia sabrá guiarte con sensibilidad, pero también con firmeza, para que puedas tomar decisiones correctas pensando en el bienestar a largo plazo.
Cada especialidad legal requiere una formación específica, una forma distinta de actuar y un enfoque adaptado a cada situación. Por eso, en Fernando Díaz, Ángel Bernal y Asociados, te ofrecemos atención personalizada según el tipo de caso que tengas entre manos. Estamos en Oviedo, preparados para escucharte y ayudarte con el tipo de abogado que realmente necesitas.

Deja tu comentario